La fractura dentro del clan Trump se agudiza. Esta vez, no son los demócratas ni la prensa liberal quienes disparan contra Donald Trump. Es su propia sangre. Mary Trump, sobrina del actual Presidente estadounidense, ha lanzado una nueva y demoledora ofensiva contra su tío, a quien tildó sin rodeos de “imbécil” por sus peligrosas ambiciones autoritarias.
En una entrevista concedida al medio británico The Telegraph, Mary —psicóloga clínica y reconocida crítica de Trump— declaró tajante: “No puedo quedarme de brazos cruzados mientras destruye mi país”. Sus palabras no son fruto del impulso, sino de una convicción sostenida por años y que ahora amplifica en medio de su gira por el Reino Unido para presentar su más reciente libro.
Desde Londres, Mary no solo repudió el comportamiento dictatorial de su tío, sino que ahondó en lo que ella considera la raíz del problema: una infancia marcada por la disfuncionalidad emocional, la manipulación y la ambición desmedida de la familia Trump. Según la psicóloga, esas cicatrices tempranas moldearon al actual mandatario, convirtiéndolo en una amenaza viva para la democracia de Estados Unidos.
Pero sus declaraciones no terminan ahí. Mary Trump advierte que las elecciones presidenciales de 2024 no cerraron el capítulo del autoritarismo, sino que lo prolongaron. Para ella, el retorno de Donald a la Casa Blanca representa la institucionalización del odio, el culto al poder personalista y la decadencia de los valores fundacionales del país.
Las palabras de Mary sacuden el escenario político en un momento donde Trump enfrenta múltiples frentes judiciales y tensiones diplomáticas. Lejos de retractarse o matizar, ella reafirma cada acusación como un deber moral. “Él no cambiará. Solo se hará más peligroso”, advirtió, acusando además al Partido Republicano de haberse transformado en un séquito obediente y silencioso.
Esta nueva denuncia desde dentro del círculo familiar no es solo un episodio más en la saga Trump, sino una señal clara del desgaste y fractura interna de un liderazgo que se niega a soltar el poder, incluso a costa de la verdad, la justicia y el futuro de su nación.
