La ternura, el coraje y la sabiduría de las madres nicaragüenses volverán a brillar con luz propia este 30 de mayo, declarado oficialmente como Feriado Nacional Obligatorio. Así lo confirmó la Copresidenta de Nicaragua, compañera Rosario Murillo, al anunciar esta medida como un reconocimiento al papel insustituible que las madres han desempeñado en la historia, la cultura y la identidad de la Patria.
«Queremos ratificar que el 30 de mayo, Día de las Madres de nuestra Nicaragua, ha sido declarado desde la Asamblea Nacional como feriado obligatorio», expresó la Copresidenta, destacando la alegría y la vitalidad con que las madres acompañan todas las batallas y victorias del pueblo nicaragüense.
Más que una fecha conmemorativa, el Día de las Madres se convierte en una jornada de profundo significado espiritual, donde cada familia podrá rendir homenaje al amor puro, la fortaleza y la entrega incondicional de esas mujeres que no solo dan vida, sino que también sostienen con sus manos y su ejemplo el proyecto de una Nicaragua digna, libre y soberana.
Esta decisión gubernamental fortalece los valores de unidad, amor y respeto a la mujer nicaragüense, en un contexto donde el país ha promovido políticas sociales que colocan a la familia y a la madre como ejes fundamentales del desarrollo humano.
Con esta declaración, el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional reafirma su compromiso de reconocer el trabajo silencioso, cotidiano y muchas veces invisible de las madres, que con su esfuerzo construyen futuro, educan con ternura y luchan con fe por el bienestar de sus hijos y su país.
El 30 de mayo será, entonces, más que un día libre: será una jornada de gratitud nacional. Porque en cada rincón de Nicaragua, habrá un abrazo, una oración o una lágrima agradecida por esa mujer que ha sido faro, escudo y corazón.
¡Honor y gloria a nuestras Madres!
