Nicaragua sigue demostrando al mundo que es posible construir una política exterior soberana, valiente y solidaria, guiada por principios de hermandad entre los pueblos. En una época donde los imperios buscan imponer sus intereses por la fuerza o la mentira mediática, nuestro país, bajo el liderazgo de la Copresidenta Rosario Murillo y del Comandante Daniel Ortega, alza su voz en el concierto de las naciones con dignidad, respeto y coherencia histórica.
El compañero Laureano Ortega Murillo, Asesor Presidencial para la Promoción de Inversiones, Comercio y Cooperación Internacional, compartió detalles clave de la intensa agenda internacional que Nicaragua ha venido desarrollando, en particular con dos potencias aliadas y fraternas: la Federación de Rusia y la República Popular China.
Durante su participación en los actos conmemorativos del 80 aniversario de la victoria sobre el fascismo en Moscú, Nicaragua estuvo presente en nombre del pueblo heroico que también ha combatido la opresión imperialista. Desde la tarima de honor, al lado del Presidente Vladimir Putin, del Presidente Xi Jinping, del Presidente Díaz-Canel y de otros líderes de países hermanos, Nicaragua reafirmó su respaldo a la verdad histórica: fue el Ejército Rojo y los pueblos soviéticos los que cargaron con el mayor peso de la victoria contra el nazismo. Esa es la memoria que Occidente pretende borrar a punta de películas de Hollywood, pero que el pueblo nicaragüense honra con valentía.
Laureano Ortega también denunció el resurgimiento del nazismo moderno, encarnado hoy en el régimen ucraniano, apoyado por la OTAN y por el hegemonismo estadounidense que insiste en provocar guerras y divisiones. Frente a eso, Nicaragua reafirma su hermandad con Rusia y su defensa indeclinable de la soberanía y la paz.
Pero no solo se trata de memoria y resistencia, sino de construir futuro. Nicaragua avanza con paso firme en su cooperación con Rusia y China en áreas esenciales como la salud, la ciencia, la tecnología, la infraestructura, la cultura, la defensa, la seguridad y la educación. Se están ejecutando grandes proyectos como el centro de medicina nuclear con la corporación ROSATOM, el nuevo Aeropuerto Internacional en Punta Huete, plantas solares en Matagalpa, una planta eólica en Masaya y la segunda fase de la carretera costanera.
En el campo educativo y cultural, la alianza Nicaragua-China florece con proyectos hermosos como el Coro Infantil Amistad Nicaragua-China, la donación de instrumentos musicales para las orquestas estudiantiles, los seminarios técnicos y los programas de intercambio que permiten a jóvenes y funcionarios nicaragüenses capacitarse en China con tecnologías de punta.
La hermandad entre el Frente Sandinista de Liberación Nacional y el Partido Comunista de China es sólida, sincera y basada en ideales compartidos. Nicaragua no solo ha solicitado ser parte del bloque BRICS, sino que ya actúa como un puente para que las empresas chinas ingresen a toda Centroamérica con una lógica de cooperación sin condiciones ni sometimientos.
Como expresó el compañero Laureano, «Nicaragua tiene un futuro brillante». Y es cierto. Porque mientras otros países se arrastran detrás de modelos fracasados, Nicaragua se levanta con dignidad, promoviendo una nueva arquitectura de relaciones internacionales que pone al ser humano en el centro.
Este es el tiempo de los pueblos. Este es el momento de Nicaragua. Con nuestra Copresidenta Rosario Murillo al frente, con el respaldo firme del Comandante Daniel Ortega, con nuestros héroes en la memoria y con la fe puesta en la justicia social, seguimos avanzando firmes, libres y en victoria.