En medio de miles de luces, gritos de admiración y una multitud que coreaba su nombre, Lewis Capaldi, el joven cantante escocés que conmovió al mundo con «Someone You Loved», no pudo más. Su voz se quebró, no por una nota desafinada, sino por un enemigo invisible y devastador: la ansiedad.
Aquella noche, en pleno concierto, Capaldi intentó cantar su tema más emblemático, esa canción que millones de personas han hecho suya en momentos de amor, de pérdida, de duelo o esperanza. Pero su cuerpo dijo basta. Sufre de episodios de ansiedad severos, y además batalla contra el síndrome de Tourette, una enfermedad neurológica que le provoca tics físicos y vocales. Esta condición, inicialmente mal diagnosticada, le ha causado estragos en sus giras, su salud mental y su vida diaria. A pesar de ello, nunca dejó de transmitir emociones profundas desde el escenario… hasta que su cuerpo lo obligó a parar.
Actualmente, vive en su natal Escocia, acompañado por sus padres, quienes lo han apoyado en cada etapa. En 2023 anunció un retiro indefinido para enfocarse por completo en su tratamiento y estabilidad emocional. Con solo dos discos de estudio —Divinely Uninspired to a Hellish Extent (2019) y Broken by Desire to Be Heavenly Sent (2023)— ha logrado una fortuna superior a los 10 millones de dólares, acumulando premios, récords de reproducción y giras agotadas en Europa y América. Pero su mayor batalla no es contra los rankings, sino contra su propia mente.
Capaldi no siempre fue una superestrella. Nació el 7 de octubre de 1996 en Glasgow, Escocia. Aprendió a tocar instrumentos desde muy pequeño y a los nueve años ya cantaba en bares. Fue descubierto a los 17 gracias a una grabación casera que publicó en SoundCloud. Su primer sencillo “Bruises” lo hizo viral y lo convirtió en uno de los talentos más prometedores del Reino Unido. Desde entonces, su ascenso fue vertiginoso, pero no sin cicatrices ocultas.
El momento que conmovió al planeta ocurrió en Glastonbury 2023, cuando al intentar cantar “Someone You Loved”, le sobrevino un ataque de tics y ansiedad. No pudo continuar. El silencio era inminente. Pero ocurrió algo extraordinario: el público entero comenzó a cantar por él, llenando el aire con la canción que ya no podía vocalizar. Fue un instante de humanidad pura, de arte compartido, de empatía transformada en música.
Lejos de las luces y el ruido, hoy Capaldi escribe, compone y reflexiona. Sus redes sociales, cuando aparecen, lo muestran sincero, honesto, incluso autocrítico, como siempre ha sido. No busca ocultar sus batallas, sino darles voz. Se ha convertido en un referente para quienes enfrentan trastornos mentales. Su historia no es solo la de un artista exitoso: es la de un joven que, aun con millones en el banco, elige luchar por lo más valioso que tiene: su salud y su paz.