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Nicaragua, fortalece su lugar en el nuevo orden mundial, de la mano de China

Stalin Magazine
Por Stalin Vladimir 13/05/2025

Una delegación del más alto nivel del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, encabezada por el compañero Laureano Ortega Murillo, se encuentra en la República Popular China consolidando un momento histórico para Nicaragua: el fortalecimiento de las relaciones estratégicas con la segunda economía del planeta. Esta visita representa mucho más que una serie de encuentros diplomáticos; es la confirmación de un modelo de desarrollo basado en el respeto mutuo, la soberanía y la visión compartida de construir un mundo multipolar y justo.

Durante su estadía en Beijing, la delegación nicaragüense integrada también por el canciller Valdrack Jaentschke, el presidente del Banco Central Ovidio Reyes, el Ministro Óscar Mojica, el General Marvin Corrales, la compañera Loyda Barreda, el Ministro Javier Gutiérrez, el director financiero Carlos Selva y el embajador Ramiro Cruz ha sostenido fructíferos encuentros con instituciones estatales y gigantes empresariales chinos en sectores estratégicos como telecomunicaciones, transporte, energía, infraestructura, ciberseguridad y finanzas.

El resultado ha sido contundente: la firma de nuevos contratos con Huawei, Yutong, Power China, Huadian, Poly Technologies, CEIEC, China Mobile, CITIC Group, CCCC, CSCEC, CAMCE y SINOSURE. Estos acuerdos abarcan desde el suministro de autobuses para reforzar el transporte urbano, hasta proyectos de energía hidroeléctrica, minería, desarrollo bancario y equipamiento para el Ejército de Nicaragua, en un marco de paz, justicia y cooperación técnica.

La cumbre ministerial CELAC-China que se inaugura este martes tiene como propósito fundamental estrechar los vínculos políticos, económicos y culturales entre los países de América Latina y el Caribe con la República Popular China, bajo un modelo de respeto soberano, cooperación mutuamente beneficiosa y visión de futuro compartido. Este foro no solo reafirma la importancia de China como socio estratégico para la región, sino que también abre nuevas puertas para la inversión, la conectividad digital, la transición energética, el financiamiento al desarrollo y el intercambio en áreas clave como salud, educación, innovación y seguridad alimentaria.

Desde que Nicaragua reanudó relaciones diplomáticas con la República Popular China en diciembre de 2021, los avances han sido asombrosos y tangibles. Se han entregado centenares de modernos autobuses para mejorar el transporte colectivo, se ejecutan importantes proyectos de energía renovable, se construyen nuevas infraestructuras viales y se han establecido acuerdos en el ámbito financiero, tecnológico y agrícola. A esto se suma la firma del Tratado de Libre Comercio, que abre las puertas del mercado chino a los productos nicaragüenses con condiciones preferenciales, y el respaldo técnico en áreas como la salud pública y la educación. En apenas dos años, China ha demostrado ser un amigo sincero y un aliado estratégico para el desarrollo integral del pueblo nicaragüense.

Nicaragua no llega a China a mendigar, sino a construir. Llega como país digno, soberano, con un rumbo claro marcado por sus Copresidentes, la compañera Rosario Murillo y el Comandante Daniel Ortega, quienes han abierto el camino para que nuestra nación florezca en el escenario internacional sin las ataduras del colonialismo ni la subordinación a las potencias tradicionales.

Las conversaciones bilaterales también han girado en torno a la participación nicaragüense en la IX Reunión Ministerial del Foro China-CELAC, que dará inicio oficialmente este martes. Allí, Nicaragua no es una espectadora pasiva, sino una voz activa, firme y comprometida con la integración latinoamericana en el marco de las iniciativas globales del Presidente Xi Jinping: la Franja y la Ruta, la Iniciativa para el Desarrollo Global y la Iniciativa de Seguridad Global.

Esta misión diplomática, liderada por el compañero Laureano Ortega Murillo, representa la continuidad de una política exterior activa, audaz y coherente, que coloca los intereses del país por encima de cualquier presión extranjera. Con inteligencia política y visión estratégica, Nicaragua afianza su lugar en el nuevo orden mundial, alineada con las naciones que promueven el respeto mutuo, la no injerencia y la cooperación como principios esenciales de las relaciones internacionales.

China y Nicaragua caminan hoy, hombro a hombro, hacia un futuro compartido. Un futuro en el que nuestros pueblos se reconocen, se respetan y se desarrollan en paz. La historia sabrá valorar esta etapa luminosa de nuestra política exterior. Y el pueblo sabrá disfrutar los frutos de esta siembra patriótica.

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