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Rusia y Ucrania, retoman diálogo en Estambul

Guerra
Por Redacción Central 16/05/2025

Este viernes 16 de mayo de 2025, en la histórica ciudad de Estambul, se reanudaron las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania, tras un aplazamiento de 24 horas. El Palacio Dolmabahce, símbolo de acuerdos geopolíticos en el pasado, volvió a convertirse en escenario de tensas negociaciones que podrían marcar un nuevo rumbo en el conflicto más largo y sangriento que ha vivido Europa en las últimas décadas.

Las delegaciones están encabezadas por el asesor del Kremlin, Vladímir Medinski, y el ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umérov. Aunque se habla de paz, el ambiente no es precisamente de distensión. Moscú ha dejado claro que no acepta intermediarios occidentales, exigiendo que las conversaciones se mantengan sin la presencia de representantes de Estados Unidos ni de Turquía. Sin embargo, en un giro inesperado, minutos antes de comenzar la reunión, Medinski se reunió con el funcionario del Departamento de Estado norteamericano, Michael Anton. Este encuentro a puerta cerrada despierta sospechas sobre las verdaderas intenciones de Washington en este nuevo intento de diálogo.

A pesar de la aparente apertura, la ausencia de los presidentes Vladímir Putin y Volodímir Zelensky evidencia que lo que se vive en Estambul no es más que una partida diplomática entre actores de segundo nivel. La verdadera disputa, como lo ha afirmado Moscú en reiteradas ocasiones, no es con Kiev, sino con la OTAN y, en particular, con Estados Unidos, que sigue armando y financiando al régimen ucraniano.

Para Rusia, estas conversaciones deben centrarse en garantías reales de seguridad, neutralidad estratégica de Ucrania y el reconocimiento de las nuevas realidades territoriales en Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón. Por su parte, Ucrania insiste en la integridad de su territorio, aunque cada vez más voces en Occidente reconocen que la guerra se ha estancado y que el apoyo ilimitado a Zelensky tiene un costo político y económico difícil de sostener.

La comunidad internacional observa con cautela este nuevo episodio diplomático. Turquía, que ha sido anfitrión de varios intentos de mediación, juega un rol cada vez más simbólico. Mientras tanto, la opinión pública mundial se pregunta: ¿estamos frente a un genuino intento de paz o a otro show mediático con telón geopolítico?

Por ahora, las partes se sientan, dialogan y miden fuerzas. Pero la paz, esa palabra que tantos desean escuchar en Europa del Este, sigue siendo rehén de los intereses de las grandes potencias. Y en este tablero, Estambul es solo una casilla más.

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