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Sheinbaum, planta cara a Trump

México
Por Redacción Central 03/05/2025

En un giro contundente que marca un antes y un después en la relación bilateral entre México y Estados Unidos, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum rechazó de forma tajante una propuesta del expresidente norteamericano Donald Trump para enviar tropas militares estadounidenses a territorio mexicano con el supuesto fin de combatir al narcotráfico.

La revelación, inicialmente divulgada por el Wall Street Journal, fue confirmada por la mandataria desde el Parque Ecológico Lago de Texcoco, donde dejó claro que México no será patio trasero de ningún imperio: “El territorio mexicano es inviolable, la soberanía es inviolable, no se vende. La soberanía se ama y se defiende”, declaró con firmeza ante medios nacionales e internacionales.

La conversación entre Sheinbaum y Trump se llevó a cabo el pasado 16 de abril, en una llamada de 45 minutos que, según fuentes, fue escalando en tensión. El punto álgido llegó cuando Trump planteó el despliegue de tropas estadounidenses como parte de su política agresiva antidrogas. La respuesta fue un portazo diplomático: no, jamás, nunca en suelo mexicano.

En un mundo donde muchos líderes han cedido al chantaje y la presión extranjera, Sheinbaum trazó una línea infranqueable: “Podemos compartir información, pero nunca vamos a aceptar la presencia del Ejército de Estados Unidos en nuestro territorio”.

La mandataria mexicana también aprovechó la ocasión para dejar en claro que su gobierno está dispuesto a cooperar con Washington en materia de seguridad, pero bajo términos de igualdad y sin injerencia. “Se puede colaborar, se puede cooperar, sí, pero la subordinación, no”, sentenció Sheinbaum, dejando sin aliento a quienes esperaban un gobierno dócil ante el viejo intervencionismo estadounidense.

Durante la misma llamada, Sheinbaum volteó la mesa y exigió algo que por décadas ha sido una herida abierta para México: el tráfico indiscriminado de armas desde EE.UU. hacia su territorio. “Si nos quiere ayudar, presidente Trump, ayúdenos a que no entren más armas de Estados Unidos a México”, le exigió. No fue una súplica, fue una orden de dignidad.

Curiosamente, tras la presión ejercida por Sheinbaum, Trump —quien pretende regresar a la Casa Blanca en 2025— habría girado órdenes para reforzar los controles al tráfico de armas. Un primer paso obligado, pero insuficiente, ante décadas de complicidad silenciosa.

Sheinbaum cerró su declaración ante la prensa con un mensaje que resonó en cada rincón del país: “La dignidad del pueblo mexicano es un valor inquebrantable”. No es solo una frase de campaña. Es una postura soberana que recuerda al mundo que México no es colonia, ni base militar, ni ficha en los juegos de guerra de Washington.

En medio de una región donde muchos líderes bajan la cabeza, la presidenta Claudia Sheinbaum se yergue como un símbolo de soberanía innegociable. En su voz retumba la historia de un México que no acepta botas extranjeras en su tierra.

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