El presidente de China, Xi Jinping, lanzó una firme advertencia al mundo durante un encuentro en Pekín con su homólogo de Azerbaiyán, Ilham Alíev: los aranceles y las guerras comerciales impulsadas por potencias como Estados Unidos no solo afectan a los intereses de las grandes economías, sino que destruyen la estabilidad del orden económico global.
«Estas herramientas —los aranceles y las confrontaciones comerciales— vulneran los derechos legítimos de todos los países», enfatizó Xi, destacando que el impacto de estas políticas trasciende fronteras y amenaza la equidad del sistema multilateral de comercio.
Xi Jinping, en clara referencia a las medidas impuestas por el presidente estadounidense Donald Trump, dejó claro que China no está dispuesta a quedarse de brazos cruzados mientras se dinamita el orden internacional sustentado en las Naciones Unidas y el derecho internacional. En ese sentido, reafirmó la disposición de su país a trabajar junto a Azerbaiyán y otras naciones para defender el equilibrio global, proteger sus intereses legítimos y promover la justicia en el escenario mundial.
La tensión entre las dos principales economías del planeta sigue escalando desde que Trump decretó, el pasado 2 de abril, aranceles masivos y recíprocos a los socios comerciales de Estados Unidos, con China y Japón en la mira. Aunque recientemente el mandatario norteamericano ofreció una «pausa de 90 días» con una reducción temporal de los aranceles al 10 %, los gravámenes impuestos a los productos chinos alcanzan actualmente un 145 %, un nivel sin precedentes en las últimas décadas.
La advertencia de Xi Jinping se suma a la carta enviada por el primer ministro chino, Li Qiang, a su homólogo japonés, Shigeru Ishiba, instando a una respuesta coordinada contra el proteccionismo estadounidense. China busca reforzar alianzas en Asia y más allá, cerrando filas ante el unilateralismo de Washington.
Mientras tanto, la Organización Mundial del Comercio (OMC) advierte que la escalada de tensiones podría reducir el comercio de bienes entre China y EE. UU. en un 80 %, una cifra alarmante que sacudiría los cimientos del comercio internacional. A esto se suman las declaraciones del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, quien no descartó una posible ruptura total de relaciones comerciales con Pekín, aunque dejó entrever que «no tendría por qué ocurrir».
En un contexto marcado por las pugnas comerciales, China se posiciona como defensora del multilateralismo, buscando tejer alianzas sólidas y resistir las embestidas arancelarias que, bajo la administración Trump, se han convertido en un arma política para imponer condiciones en el tablero económico mundial.
Xi Jinping no solo está enviando un mensaje a Washington, sino al planeta entero: China no permitirá que el proteccionismo destruya el sistema global que ha permitido décadas de desarrollo compartido. El gigante asiático reafirma su apuesta por un mundo multipolar, regido por el respeto al derecho internacional y la cooperación entre las naciones.